Sé que las sensibilidades más tiquismiquis pueden tener alguna objeción al hecho de que yo hable tanto de la muerte. Al fin y al cabo, es un tema tabú. Tampoco lo hago para explotar la morbosidad, aunque sé que algunos lectores sólo se sentirán atraídos por esto. Es decir, que no sólo tengo el problema de los que les repugna el tema, sino también tengo el problema de los que les gusta demasiado. ¡No me extraña que el mío sea un blog minoritario! Bien, resumiendo, mi intención es dar salida a un conjunto de reflexiones que quizá debería guardarme para mí, pero que no puedo evitar publicar, no repugnar a nadie ni dar morbo, aunque me parece que no puedo evitar ninguna de ambas cosas. Al fin y al cabo, escribo para expresarme, y a veces me apetece expresar eso. Y podría decir aquello tan manido de “a quien no le guste que no me lea”, pero me parece que sería de mala educación, y además cuando todo lo que sea morbosidad estoy segura que tira mucho, y precisamente el problema es que la gente critica estas cosas, pero no pueden dejar de interesarse por ellas. A mí tampoco me gusta hablar de temas cenizos, pero son cosas que me pasan por la cabeza. Y, al fin y al cabo, todos vamos a morirnos, y no quiero vivir de espaldas a algo que también es parte de la vida.
2 comentarios:
Razón tienes en lo que expones; por cierto existen temas que apuntan al morbo, pero no por esto, no se tendrían que abordar. Por otro lado, el lenguaje que utilizaste para dar a conocer el tema, en ningún momento me pareció morboso; es más, lo encontré humano, libre y con sentido.
Besos
Gracias Ferragus. Lo mismo te digo con lo de los cubitos. No quería insutaros!
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