domingo, 30 de noviembre de 2008

Mirar y criticar

Estos hermanos gemelos son la simetría más exacta que se haya visto paseando por nuestro pueblo. Si su padre estuviera vivo, Dios le haya perdonado, los estaría pintando indistinguibles entre los árboles del otro lado del parque. Ellos han sido siempre unos gemelos para ser contemplados un poco de lejos. El paseo de los gemelos desde la casa familiar de la calle Levante hasta la plaza, y de la plaza hasta la casa familiar, es un espectáculo de sombras y contraluces, de movimientos precisos y pasos largos. Los gemelos tienen un caminar lánguido que se aguanta sobre una estructura ósea, tan robusta como aparentemente quebradiza. La evolución les ha llevado hasta una lentitud de movimientos esquelética, precisa y ágil, harmónica desde cualquier punto de vista.

La gente ha contemplado a menudo los hermanos con una mezcla de compasión y burla, tan injustas, y seguramente absurdas, la una como la otra. Los gemelos van en silencio a cámara lenta y deja un rastro de aire oscilante que despierta la memoria. Hacen revivir tiempos pretéritos de cuando el aire llegaba hasta la parte baja de la plaza de la calle de la Rambla y se extendía, como por inercia, hasta las huertas.

Hay quien dice, quien sabe si delirando, que si les juntásemos, encajarían formando un nuevo hermano todavía más alto, más delgado y más delicado. [...] Y que dure por muchos años. Ha comerciantes que, viéndolos pasar, se los imaginan luciendo las ropas de sus escaparates convertidos en hombres anuncio. Tienen mucha tirada los gemelos, es verdad, se hacen mirar. Los hay, también, que hablan de cómo van peinados, de los zapatos que llevan, de los abrigos que cargan durante el invierno, de la voz, de las orejas, de las bolsas en los ojos y la nariz. La gente fija la mirada en las piernas y no sabe que es en las manos donde guardan todo el testamento de colores que les dejó su padre.”

Hoy, un poco por casualidad, he encontrado este texto sobre dos pintores gemelos de mi pueblo. Lo escribe, como no, una persona “típica” de mi pueblo. Yo escribo, pero puedo decir que ni haciendo un esfuerzo habría podido reproducir tan fielmente el espíritu gilipollas que ilumina a la gente de mi pueblo cuando se les pone ante las narices una criatura que no comprenden. ¿Artistas? ¿Se hace dinero con eso? ¿Esta gente es rara, no? El habitante típico de mi pueblo arruga la nariz, procurando apartarse un poco del extraño ser, no fuese el caso que la extrañeza se pegara, sin olvidar la sonrisa burlona. Este texto me llena de admiración porque es que ni que me esforzara hubiera podido escribir un retrato tan fiel de la limitadísima mentalidad pequeño burguesa de la gente de mi pueblo. Ellos son exactamente así, describen la gente así, los miran así y los critican así... ¿Cuántos tipos de sábanas tiendes en el balcón? ¿No crees que te gastas demasiado en sábanas? ¿Artistas? ¡Pobrecitos! Este texto no me lo invento, pero, es que ni que me lo hubiera inventado habría podido encontrar algo tan exacto que mostrase la manera de pensar de una gente que superficialmente quizá sí que llevan zapados de diseño, pero que todavía tienen el interior vestido con esparteñas de cintas, con la mentalidad de cuando había miseria.

Supongo que es por eso que hace muchos años que vivo aquí, pero no participo de la comunidad. Estoy exiliada de toda esta pobreza intelectual (mirar y criticar) entre las cuatro paredes de mi casa. No voy a sus fiestas, no compro en sus tiendas, no salgo con sus mozos. Todo lo que huela a persona de mi pueblo me hace poner los pies en polvorosa. No y no. Puedo ser parte de física de esto, pero mi mundo está en otra parte. No me gusta esta gente. ¡“Vade retro”!

2 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Pues según tú esa persona "típica" de tu pueblo, ha captado muy bien esa esencia, esa forma de mirar y criticar. Así que supongo que debemos aplaudir su texto por lo acertado del mismo.
¿Podrías mimetizarte en el ambiente? ¿Captarlo así? Mejor dicho ¿te interesa? Creo que no te interesa demasiado, aunque te noto un pelín cabreada con ese ambiente.
Besos gordos guapetona

Anónimo dijo...

Tienes razón Anabel,no se me había ocurrido mirármelo desde esta perspectiva... la verdad es que saber describir según qué no me interesa lo más mínimo... Pero aplaudo cuando alguien lo consigue.