viernes, 5 de diciembre de 2008

Amistad escrita

En un libro de poemas de Villon, el traductor dice que se ha enamorado de esta poesía, y que su autor hubiera podido ser para él “un amigo”. Eso lo dice un profesor universitario. Teniendo en cuenta que Villon era un personaje del hampa (¡qué delinquía!) me gustaría saber cuantos amigos del hampa tiene, este profesor universitario, en la vida real. En los poemas de Villon ya se ve, de qué especie eran sus “amigos”...

O como la escritora que habla con entusiasmo de la persona que era Virgina Woolf, y se hace amiga de sus familiares vivos porqué jamás podrá conocerla... ¿no sabe que Virgina Woolf era una arpía, alguien que es capaz de decir de una amiga suya a su espalda que huele? Hay mil ejemplos, de sus incisivas perlas, y eso de ninguna manera queda trasmitido en sus escritos, donde la amistad, al contrario, se presenta como algo bastante idealizado...

Supongo que nada más fácil que pensarnos que, tal y como escriben estas personas, estaríamos orgullosos que fuesen amigas nuestras. Yo, de hecho, antes también había cometido la ingenuidad de desear ser amiga de alguno de los autores que había leído: no había conocido a ninguno en persona.

Des que estoy en esto de los blogs, pero, he podido comprobar un par de veces la adecuación texto-persona. Y he de decir que no tiene nada que ver. Puedes pensar que como te gusta como escribe alguien, esta persona te apreciará, y como es evidente, te llevas una decepción. Si eso ya pasa en los blogs, donde la gente que escribe no es profesional (aunque haya quien lo haga realmente bien), como no ha de pasar con los autores consagrados, llenos de recursos para dotar a sus textos de una atractivo del que carecen como personas. ¿Qué le pasó de De Quincey con Wordsworth? Creía que porqué le admiraba ya serían amigos, y su amistad acabó como el rosario de la aurora, como Ícaro que se acercó demasiado al sol... Por tanto, me lo digo a mi misma, cuidado con el deseo ingenuo de amistad... Una cosa son los textos y otra muy diferente la vida social. Conviene tenerlo claro.

5 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

Yo creo que eso pasa con escritores, actores, futbolistas, y en general cualquier figura pública. Tiendes a confundir esa imagen y la realidad, la persona.
Por cierto el deseo de amistad no es ingenuo, es humano. Besitos mojaditos por la lluvia fina.

Anónimo dijo...

Aquí no llueve...

Anabel Rodríguez dijo...

Pero donde yo estaba sí, y a fuerza de viajar, se secarán, pero te aseguro que de mi casa salieron muy mojados.
Ahora no llueve.

Anónimo dijo...

No tengo facebook, así que es bastante difícil que me hayas agregado...

Ferragus dijo...

En términos generales, entiendo tu punto de vista. Por otro lado, la amistad nace en el tiempo, se vuelve camino.