jueves, 25 de diciembre de 2008

Esposas por Navidad

Ayer oí por la radio la navideña noticia que un profesor de filosofía había sido detenido en un aeropuerto acusado de impedir que un avión despegara por haberse enfrentado a unos policías que llevaban esposado a un inmigrante que estaban deportando. Supongo que la noticia tiene unos matices que yo no conozco y que la detención de este hombre debe tener su lógica, pero, tal y como la oí explicada, parecía que eso de ser profesor de filosofía, eso de tener la ética suficiente para protestar ante una situación injusta, fuese cosa de tarados, de gente no muy bien adaptada a la realidad. Evidentemente, cualquier cajera de supermercado, con sus pocos estudios, sabe que jamás debe enfrentarse a la policía, y mucho menos para ayudar a nadie. Todo el mundo con dos dedos de frente lo sabe, esto. Sólo un profesorcillo de filosofía, alguien con más estudios que el resto, puede vivir tanto en un mundo de fantasía que se las dé de caballero. Si me ha impresionado esta noticia es porque viene a dar la razón a la gente corriente y moliente que se ríen de la lectura y del conocimiento, y que creen que esto de estudiar es cosa de amargados. (Una vez oí en una revista femenina que los intelectuales se conformaban con mujeres feas por debajo de la media...) Los viene a dar la razón cuando piensan que los que han estudiado filosofía no son de este mundo, y se creen con derecho a despreciarlos. “Yo no soy profesor de filosofía, pero a mi jamás van a detenerme por intentar ayudar a alguien”, pueden pensar. Y tendrán razón. En este mundo, y tampoco los que estudian tanto deberían olvidarlo, lo que de verdad hace falta es saber procurar por uno mismo...

1 comentario:

Anabel Rodríguez dijo...

Al final se fueron esposados los dos: inmigrante y filosofo.
Yo conozco a alguno que sint antos estudios, también está pelin enajenado, y se cree Quijote a estas alturas de partido. Besitos