miércoles, 24 de diciembre de 2008

Calor navideño

“¿Para qué escribir, si todo está dicho, ya, y tan bien?” ¿Para qué comer, si ya comimos ayer? ¿Para qué volver a salir a la calle bajo la luces de Navidad, si ya lo hicimos el año pasado? ¿Para qué respirar... otra vez? Yo, que pretendo “escribir”, ya hace mucho tiempo que soy consciente que todo está escrito, que todo lo han dicho antes y mucho mejor personas que sabían mucho más que yo... A pesar de todo, continuo tejiendo mi telaraña, poquito a poco, borrando de aquí y de allá, compactando con parsimonia la bola de nieve... Creo que todo el mundo tiene derecho a una bola de nieve propia, aunque nieve y ya hayan caído del cielo infinidad de copitos... Sí, todo está escrito, pero lo han escrito otros; yo no he escrito, todavía. Quiero hacerlo, quiero escribirlo de mi propia mano, con mi propia mirada neblinosa, con el peso infinito que tienen para mi todas las cosas; quiero un granito de arena propio en nuestra infinita playa de papel y palabras...
Como decía León Felipe, mi León Felipe, todavía nadie ha ido hacia Dios por el camino que yo voy...

No hay comentarios: