domingo, 15 de febrero de 2009

Algunas puntualizaciones lecturiles

El otro día dije que estaba ansiosa por leer un libro de un autor drogadicto, incestuoso y cobarde. En cambio, ayer, rechacé de llano leer a Dalí por otro “defectillo”. Puedo entender la drogadicción (yo misma soy adicta a comprar libros), puedo entender el incesto (tenía un primo a quien habría hecho un favor...), puedo entender la cobardía (yo sería la primera en salir despavorida...), pero lo que no puedo entender, de ninguna de las maneras, es esto de Dalí. Es superior a mí, lo siento, y aquí sí que aflora mi estrechez de miras, lo siento.

También me gustaría puntualizar eso que dije el otro día que tenía envidia de la gente que tiene diez veces más libros que yo. Evidentemente, no cambiaría mis x libros por 10x libros escogidos por otra persona... Además, yo no estoy por la cantidad, sino por la calidad, o como mínimo así me gusta pensarlo. Prefiero tener menos libros, pero mejores.

Otra cosa es un texto que he leído por internet sobre que los suplementos literarios son el nido del amiguismo y de los intereses... ¿es que la gente hace caso de los suplementos literarios a la hora de escoger los libros que lee? Me sorprendo al oírlo. Yo, sinceramente, tengo ideas propias, y me fío mucho más de lo que leo en ciertos lugares escogidos de la red que de lo que pueda decir ningún periódico... ¿Debe ser la incultura de las nuevas generaciones, la mía? ¿ ...eso de confiar en opiniones no interesadas?

No hay comentarios: