jueves, 10 de septiembre de 2009

El capitalismo es una emoción

"El capitalismo es sólo una palabra para describir una parte de la naturaleza humana, ni siquiera le adjunto un significado. Es simplemente la expresión de una emoción. Somos competitivos y eso está directamente ligado a la supervivencia. Ahora bien, hemos evolucionado, vivimos en el mundo en que vivimos, así que antes se trataba de matar a un animal y comérselo y ahora se trata de hacer lo propio en el mercado de valores. Una cosa buena de los animales es que no van por ahí pensando: 'Oh, ojalá tuviera lo que tiene ese otro animal de ahí delante' [sonríe]. Lo de comparar tu vida con la de otro ser es algo que sólo le puede suceder a los integrantes de la raza humana; es el ego, el hecho de que seamos conscientes de nosotros mismos. Y esa sensación de querer lo que tienen los demás nunca va a desaparecer. Ningún sistema político va a cambiar jamás eso. ¿Que si el cine puede hacer algo al respecto? Te voy a decir algo: las películas no ayudan en absoluto".

Steven Soderbergh
El país
(en el último post hacía una yuxtaposición contradictoria: por una lado, me preguntaba si dejaría de haber ricos y pobres, y por otro, me planteaba si los libros de mi biblioteca continuarían siendo míos. Eso es una contradicción porqué es precisamente la propiedad privada (la posibilidad que los libros puedan ser “míos”) lo que hace que en el mundo haya ricos y pobres. Si se puede tener, siempre habrá quien tenga más. Supongo que, cuando eres pobre, es fácil hacer demagogia y abogar por la igualación entre ricos y pobres; en cambio, cuando tienes algo, aunque sean cuatro librotes, la igualación ya no te interesa tanto. Es decir, seamos sinceros; no se trata de que deje de haber ricos y pobres: se trata de procurar, tú como individuo, de no estar entre los pobres. Cuando consigues eso, estoy segura que todo el interés que pudieras tener en al igualación desaparece. Cuando se menciona la “propiedad privada” siempre me viene a la cabeza el comunismo, que no funcionó. Está bien tener utopías, pero también se ha de tener en cuenta como es la gente en la vida real. Y los humanos necesitamos tener cosas, aunque sean cosas como una incubadora para germinar semillas que nos ocupa la mitad de la encimera de mármol de la cocina y que desde que compramos ya no hemos vuelto a tocar)

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