miércoles, 22 de octubre de 2008

Media horita de lectura

Un aristócrata y político francés de aquellos empelucados dijo una vez que jamás había tenido una pena que media hora de lectura no le hubiese podido quitar. El caso es que yo, la primera vez que leí la frase, me la tomé como que la lectura iba bien para arreglar cualquier pena que se pudiera tener. Pero después de intentar aplicarlo diversas veces sin demasiado éxito, me he dado cuenta de lo que quería decir realmente este buen hombre: él quería decir que jamás había tenido una pena lo suficientemente profunda que una cosa tan sencilla y circunstancial como leer un poco no se la hubiese podido hacer pasar. No era una cuestión de efectividad de la lectura contra las penas, era una cuestión de tener un carácter de aquellos que nunca se preocupan por nada, que todo lo toman a la ligera y que las cosas jamás se les atragantan. ¡Y yo toda la vida confiando en la lectura como si fuera quien sabe qué!

No hay comentarios: