miércoles, 23 de septiembre de 2009

Vencida por la revolución y el imperio

Pues sí, tengo necesidad de confesarlo, de dejarlo claro: no, no acabé las Memorias de Ultratumba, de Chateaubriand. Me quedé en el capítulo veinte y pico, cuando empieza a hablar de Napoleón. Yo leía felizmente sobre su juventud, y me gustaba mucho, pero cuando supe que algunas de las cosas que decía se las había inventado... y yo me lo estaba creyendo a pies juntillas... este fue el primer golpe duro que recibió mi concentración. Pero el libro cambió... La cosa iba bien mientras hablaba de manera personal de sí mismo, aunque a veces diese gato por liebre... ahora, cuando empezó con todo esto del poder, que si Napoleón por aquí, que si se fue a Egipto por allá... y empezó a explicar cosas de sí mismo sólo en relación con los cargos que ocupaba... no lo sé, seguramente es porque yo jamás no he tenido ni tendré ningún tipo de poder y el tema no atrae nada... me dio la impresión que se trataba de un libro de historia, y a mí la historia jamás me ha gustado leerla (aunque esté excelentemente escrita). Conclusión: que el libro se me cayó de las manos. Siento que es la especie de lectura que requiere una edad y unas ciertas experiencias, y resulta que yo ni tengo esta edad ni ninguna experiencia mandando... En fin. Que me ha sabido muy mal, pero no he podido acabarlo. Y eso que creo que para una persona que le guste la historia o saber cosas sobre Napoleón o que tenga afán por dirigir algo grande, es un libro indispensable. También alguien con una cierta ambición como lector, alguien interesado en la buena prosa... Estoy segura que el punto en que lo dejo es la mejor parte del libro. A mí me gusta la buena prosa, pero si el tema no tira de mí no puedo hacer nada por continuar leyendo... En fin, que lo guardaré para cuando sea mayor. Estoy segura que entonces seré más capaz de apreciarlo.

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