viernes, 2 de enero de 2009

Hojas caducas

Cuando creé El vuelo de la reina de la ruda, lo hice para dar salida a una serie de textos que hablaban de mi enfermedad, entre ellos unos cuantos en los que explicaba el significado de la obra de Kafka para una persona con manía persecutoria. Con el tiempo, pero, el blog ha ido cambiando de rumbo, hasta el punto que del tema que tenía pensado originalmente no he hablado más, y los textos sobre Kafka se han volatilizado. Tenía tres libretas escritas con material que quería publicar como El vuelo de la reina de la ruda; las quemé. Sí, ya lo sé. Lo sé perfectamente...

Las quemé.

No, no me arrepiento. Hay temas que no estoy preparada para tocar, todavía. Quizá más adelante. Mientras tanto, continuaré con El vuelo de la reina de la ruda tal y como es ahora, hablando un poco de todo y un poco de nada en concreto, filosofando con la vida de cada día y soñando que soy escritora. No puedo hacer nada más, de momento. Pero este poquitín de cosa que hago ya me gusta mucho. Lo otro era ir a buscar espinas...

2 comentarios:

Ferragus dijo...

De manera natural relacioné este texto con otro publicado aquí; lo titulaste “Llama” y me pareció inspirador. Entonces, deseo creer que aquella quema se dirija en tal sentido.

Besos, Clarissa.

Anónimo dijo...

Pues sí, ya era esto, ya...